La amortización de una hipoteca es el pago o conjunto de pagos que debes realizar para devolver el capital que te ha prestado el banco. Eso y no otra cosa es lo que pactamos con el banco: el plazo para devolver el capital prestado en 20 o 30 años.
Lo normal es que estemos todos esos años pagando las cuotas de nuestra hipoteca. Pero puede ocurrir que nuestra economía mejore y podamos pagar anticipadamente parte del capital prestado. Supone deshacernos de la hipoteca o como poco reducir los intereses y las cuotas, y como explica el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Cataluña, tiene ventajas fiscales.
En caso de haber firmado la hipoteca antes del 1 de enero de 2013, se puede deducir anualmente un 15% de las cuotas pagadas durante el año, con un tope máximo de 9.040 euros (varía en Navarra y el País Vasco). Al amortizar una parte del préstamo para comprar nuestra vivienda cabe elegir entre reducir el plazo de devolución de la hipoteca o la cantidad que abonamos en cada cuota.
Reducir el plazo suele ser la opción más aconsejable. Al hacerlo se reducen los intereses que pagamos al banco y se acorta el tiempo que estaremos pagando. Por el contrario, si apostamos por reducir la cuota lograremos ir más holgados cada mes.
A la hora de amortizar la hipoteca conviene hacerlo a final de año. De hecho, para la deducción fiscal, sólo computa el dinero pagado a lo largo del año anterior.