Los jóvenes menores de 30 años son uno de los sectores que más están sufriendo los efectos de la crisis inmobiliaria. Emanciparse hoy es harto complicado. Ya no aspiran a comprarse un piso; al menos, a poder pagar un alquiler y no siempre pueden. Aunque los jóvenes son mucho más partidarios de alquilar una vivienda que hace unos años, la mayoría no pierden la esperanza de convertirse en propietarios en un futuro. El informe Los Españoles y su relación con la vivienda en 2013 muestra que casi la mitad de la juventud española (44%) vive aún con sus padres, frente a un 29% que asegura que tiene una casa en propiedad y un 27% que vive de alquiler.
Más de la mitad de los jóvenes encuestados (53,5%) cree que con el nivel actual de precios sale más a cuenta vivir de alquiler y tan solo un 28,4% considera que esta opción sea tirar el dinero frente al 45,6% de los adultos que piensa así. Aun así, la mayoría de los jóvenes que vive de alquiler no pierde la esperanza de comprarse una vivienda en el futuro. De hecho, el 54,6% está muy convencido de que lo hará y tan sólo el 15,5% de los jóvenes descarta convertirse en propietario. Sin embargo, si los mayores de 30 años calculan que de media tardarán tres años en poder acceder a una casa, los jóvenes creen que no podrán hacerlo antes de cinco años. Pero en tan solo dos años las cosas han cambiado mucho. Cada vez son menos los jóvenes que confían en que serán propietarios de una vivienda algún día. En el informe de 2011 un 62,4% pensaba que compraría en algún momento, porcentaje que en este informe se reduce un 8%. Además, en el estudio se aprecia que la visión de los jóvenes sobre la vivienda difiere en muchos aspectos de la de sus mayores. Son mucho más proclives a alquilar: mientras que el 78,2% de las personas mayores de 30 años prefiere vivir en propiedad, este porcentaje se reduce al 56,8% en el caso de los jóvenes. Y mientras que solo un 7,3% de los adultos elige el alquiler como forma de vida, en el caso de los jóvenes se dispara al 22,6%