Pese a que el ladrillo ha demostrado ser un peligroso objeto de deseo su atractivo parece intacto. Los grandes capitales y empresas siguen considerando el inmobiliario una inversión de alto interés. En España está el caso de Amancio Prada, fundador de Inditex, y desde Japón llega ahora el ejemplo de Sony.
El gigante tecnológico nipón entrará a través de una filial en el mercado inmobiliario japonés próximamente como parte de su plan de diversificación de negocios.
La nueva entidad, llamada Sony Real Estate Corporation, estará controlada en su totalidad por Sony y comenzará a operar el próximo agosto, con el objetivo de abrirse a otros inversores en unos tres años.
Sony establecerá un grupo especial dentro su plantilla para lanzar su nuevo negocio y contará también con la opinión de expertos externos, y prevé lograr unos ingresos anuales de 50.000 millones de yenes (355 millones de euros y 490 millones de dólares) en un plazo de cinco años.
Esta iniciativa se encuadra en el plan de la compañía nipona de diversificar sus actividades, que incluye el desarrollo de una decena de nuevos negocios durante los próximos tres años, entre ellos el área sanitaria.
El pasado febrero Sony anunció que se desprenderá de su división de ordenadores personales y que creará una filial con la de televisores, dentro de un amplio plan de reestructuración que incluye la reducción de su plantilla en unos 5.000 puestos hasta marzo de 2015.
La rama de televisores, que llevaba nueve ejercicios consecutivos en rojo, pasará a ser gestionada por una filial dependiente de Sony, mientras que la marca de ordenadores Vaio fue vendida al fondo de inversión Japan Industrial Partners (JIP).