En las reuniones por extender los ERTES hasta el 30 de septiembre, el Gobierno y los agentes sociales han tenido conflictos en cuanto a la viabilidad de esto, denegando ya dos veces el Ejecutivo estas propuestas de prorrogación.
La razón principal es que se exceden del presupuesto estimado estas ayudas y las cuentas públicas ya se encuentran al límite, por lo que Pedro Sánchez pide precaución con las medidas que se pondrán en marcha, ya que tienen que estar prevenidos por un posible rebrote. El Ministerio de Seguridad Social estimó que el coste de estos ERTES supondría alrededor de 2200 millones de euros, y así se lo comunicó a la Comisión Europea cuando presentó su Programa de Estabilidad.
La AIReF ha previsto un coste entre 6200 y 6800 millones de euros, dependiendo de si serian 3,5 meses o cuatro meses. Esto implica una diferencia de al menos 4000 millones de euros del presupuesto inicial del Gobierno. Esta desviación es muy significativa teniendo en cuenta también el ingreso mínimo vital durante un año completo, que rondaría los 3000 millones de euros.
A pesar de todo esto, sí se prolongarán los ERTES incluso tras finalizar el estado de alarma: hasta el 30 de junio. Pero alargarlos hasta después de verano no es factible.