En 2014, la vivienda sigue abaratándose. En la misma línea que los datos de Sociedad de Tasación, el informe mensual que elabora Tinsa, asegura que el precio de la vivienda moderó su descenso en marzo, con una caída del 5,5% respecto al mismo mes de 2013, frente al 7,6% del mes anterior.
De esta forma, el precio de la vivienda se sitúa en valores similares a los de marzo de 2003, mientras que el retroceso acumulado desde diciembre de 2007, momento en el que los precios tocaron máximos, es del 39,7%.
El panorama inmobiliario ha dado «casi un giro de 180 grados» con la entrada masiva de inversores internacionales. Su barómetro prevé para este año un aumento del 60% en la inversión, alcanzando los 4.000 millones de euros.
Además, a pesar de la entrada de inversores internacionales, éstos necesitarán en muchos casos un socio local, por lo que el inversor nacional no desaparecerá del panorama y podría seguir jugando un papel importante.
Sin embargo, el mercado residencial no se está viendo tan afectado. Según la tasadora, se percibe a este sector con elevado potencial pero con dificultades en la gestión y bajos niveles de rentabilidad.
Según Tinsa, la falta de financiación ha dejado de ser el principal freno a la inversión, ya que empieza a fluir lentamente, y otros factores como las diferencias de expectativas entre compradores y vendedores o la escasez de producto van ganando relevancia.