Con la actual crisis del inmobiliario vender un piso es labor más que ardua. O no se vende o si se logra es a un precio que está muy lejos del que se lograba hace cuatro años. Es entonces cuando pensamos en poner nuestro vivienda en alquiler. Nunca como ahora hubo tantas viviendas en alquiler en el mercado.
Pensar para quién alquilamos la casa, o sea, el perfil del inquilino que nos interesa es importante no solo para cerrar antes el trato sino también para evitar sustos. Queremos un inquilino fiable. Para tratar de evitar que un casero alquile su casa a un moroso, se creó el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), un registro que permite saber si un futuro inquilino es o no buen pagador. Según explica Eroski Consumer, sus consultas han aumentado en un 150% durante el último año. Hoy, son más de 10.000 los profesionales y particulares que acceden al FIM. Sergio Cardona, su director de Estudios y Calidad, asegura que sus informes indican que los impagos de las rentas también han crecido. Solo en 2012, la morosidad en los arrendamientos a nivel nacional subió en un 13,28%.
El FIM es el único fichero de morosidad específico sobre arrendamientos urbanos en España. Contiene información sobre alquileres impagados, tanto de personas físicas como jurídicas. Además, cabe añadir que el registro es muy fiable (al 100%, como indica Cardona). Todas y cada una de las personas que aparecen en él presentan morosidad en alquileres, y sus datos se obtienen tanto de propietarios y profesionales de gestión inmobiliaria, como de sentencias en firme. El FIM no vulnera la intimidad de las personas inscritas porque todos los arrendatarios incluidos vienen de sentencias judiciales firmes, o bien han sido aportados por los propios arrendadores y profesionales. En este último caso, se les informa de su inclusión, tal y como exige la Ley Orgánica de Protección de Datos. Además, antes se comprueba que la morosidad es cierta.