106 millones de euros, 147 millones de dólares, es lo que acaba de pagarse en Estados Unidos por una casa. Se trata de una mansión situada en la exclusiva área de los Hamptons, en el estado de Nueva York. Con ese precio de venta se ha convertido en la vivienda más cara de Estados Unidos.
La exclusiva construcción, en primera línea de playa, incluye una finca de 18 acres (más de 72.000 metros cuadrados) con jardines y un estanque.
El comprador es el inversor Barry Rosenstein, que ha pagado 147 millones de dólares para hacerse con la vivienda, construida por otro financiero de Wall Street, Christopher Browne. Este último falleció de un ataque al corazón en 2009, dejando la mansión a su compañero, el arquitecto Andrew Gordon, que vivió en ella hasta su muerte el pasado otoño.
El precio de la transacción, efectuada sin intermediarios por los herederos de Browne, supera el récord de 120 millones establecido este año por una vivienda en el estado de Connecticut.
El área de los Hamptons es territorio habitual de famosos y multimillonarios que ocupan las enormes mansiones situadas en esta zona costera cercana a la ciudad de Nueva York. Rosenstein tendrá como vecinos, entre otros, al cómico Jerry Seinfeld y al marchante de arte Larry Gagosian.