La vivienda parece que va camino de revalorizarse. Claro que eso de momento solo alcanza a los grandes inversores. Para éstos, en su mayoría capitales extranjeros, España resulta golosa: precios bajos y futuras revalorizaciones. Pero de momento para los ciudadanos –con sueldos más bajos, más precariedad y poco ahorro– la vivienda sigue siendo cara.
El precio de la vivienda en España ha descendido un 40% durante la crisis, pero comienza a estabilizarse o incluso a subir en algunos puntos de España. Según la compañía de gestión de patrimonios privados no depositaria Inverbanca, todo ello coincide con la llegada de inversores internacionales y apunta a la vuelta a la revalorización de estos activos. Esta empresa ve en esta inflexión «el inicio de una lenta recuperación económica a nivel europeo y, en particular, a nivel español». Según los datos que maneja, en muchas zonas de España todavía sigue descendiendo el valor de los inmuebles pero, a pesar de ello, existen lugares en los que el precio del metro cuadrado de la vivienda se ha estabilizado, como es caso de Marbella, con 5.250 euros por metros cuadrados, o en los que incluso ha empezado a subir lentamente, como en Burgos o Soria, con incrementos del 4,1% y del 5%, respectivamente.
El mercado inmobiliario español se va estabilizando poco a poco gracias a la llegada de capital por parte de fondos internacionales e inversores extranjeros, que ven en España un mercado de oportunidades de inversión.Efectivamente, son muchas las operaciones de muchas cifras llevadas a cabo últimamente por fondos extranjeros. Entre las operaciones más representativas se encuentran la venta por parte de la Sareb de 939 viviendas al fondo Blackstone o la venta de 3.000 pisos del Ivima (Instituto de la Vivienda de Madrid) a Goldman Sachs. También grandes inversores latinoamericanos estarían preparando compras ya no de inmuebles sino incluso de inmobiliarias.