Sube la venta de casas y lo hace, fundamentalmente, de la mano de la demanda de compradores extranjeros, que vuelve a tocar máximos. Según la Estadística Registral Inmobiliaria, la compraventa de viviendas alcanzó las 79.561 operaciones en el tercer trimestre del año, un 3,5% más que en el mismo trimestre de 2013, cuando se registraron 76.818 transacciones. Esta cifra es un 1,4% superior a la del trimestre anterior.
Las compraventas del tercer trimestre suponen el segundo mejor resultado de los seis últimos trimestres, únicamente superado por el primer trimestre de 2014 con 83.022 compraventas. Este resultado fue consecuencia «exclusivamente» de las operaciones cerradas en el segmento de la vivienda usada, con 52.127 compraventas, un 8,9% más en tasa interanual, que prácticamente duplican las de la nueva, con 27.434 compraventas, un 10,3% menos.
En ese escenario, los precios de la vivienda se mantienen «estables», con una variación prácticamente nula (-0,08%) respecto al trimestre anterior, aunque con un cierto «tono favorable», al crecer un 1,1% en tasa interanual. El descenso acumulado desde los niveles máximos de 2017 es del 32,4%.
Así, en el caso de los extranjeros, la compra de viviendas creció un 13,1% en tasa intertrimestral, hasta alcanzar un nuevo máximo histórico. «Esto supone un fortalecimiento de la confianza de los ciudadanos extranjeros por el mercado inmobiliario español», aseguran los registradores.
Siete nacionalidades se mantienen respecto a trimestres anteriores como las más activas en la compra de viviendas. Los británicos son los que tienen más peso (18% sobre el total), por delante de franceses (10,4%), rusos (7,5%), alemanes (6,4%), belgas (6,1%), suecos (6%) e italianos (4,1%).