Lograr que nuestra vivienda sea eficiente en el uso de la energía importa siempre y más en estos años de continuas subidas del precio la de la luz. Además de aprovechar la luz natural, hay que usar lámparas de bajo consumo –que pueden ayudarnos a ahorrar hasta un 80% de energía–, optar por calderas de condensación que reducen el consumo de energía primaria y por electrodomésticos de bajo consumo.
No solemos reparar en lo que nos cuesta usar los electrodomésticos cada día. Como recuerdan en Anida, de hecho, nadie es capaz de cuantificar el consumo de una lavadora o de un horno, aunque supone una parte muy importante de la factura eléctrica.
El informe Análisis del consumo energético del sector residencial en España realizado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) concluye que una familia tipo española consume 10.521 kilovatios hora al año, distribuidos así:
Calefacción y agua caliente: 65,9% del total, la mayor partida
Electrodomésticos: 21,7%, la segunda más importante
Cocinar: 7,4%
Iluminación: 4,1%
Aire acondicionado: 0,8%
Queda claro que el mayor peso, y con diferencia, está en calefacción y agua caliente. Le siguen los electrodomésticos. El IDAE calculó también canto gasta cada uno:
Frigorífico: 30,6%
Televisor: 12,2%
Lavadora: 11,8%
Horno: 8,3%
Ordenadores: 7,4%
Congeladores: 6,1%
Lavavajillas: 6,1%
Secadoras: 3,3%
A la vista queda que el frigrorífico, nevera o combo es el aparato con el que más cuidado debemos tener; como que consume tanto como la lavadora, el televisor y el lavavajillas juntos.