Supimos esta semana que casi 49.700 familias perdieron su casa en 2013, principalmente por decisión judicial (un total de 28.173 desahucios), un 18,5% más que en 2012. Las medidas adoptadas por el Gobierno no han cerrado la herida y las cosas no parece que vayan a mejorar. En España ya hay más de 800.000 familias que no pueden pagar la hipoteca.
La Asociación de Afectados por Embargos y Subastas (AFES) calcula que se han acumulado hasta la fecha más de 800.000 familias que no pueden pagar la hipoteca, según datos del Banco de España agregados por la organización.
Para ello suman los 300.000 créditos en mora a otros 200.000 en ejecución hipotecaria y a las 300.000 familias que ya han perdido su vivienda desde 2008. Con todo, AFES alerta de que «el verdadero drama que se produce cuando se pierde la vivienda es la permanencia de la deuda sobre la hipoteca».
AFES lamenta que las medidas de carácter voluntario expuestas en la nueva legislación de 2013 están sometidas a «un tamiz tan fino en función de quién las lea, que permiten a los acreedores no aplicarlas salvo en muy contados casos».
Además, señala que «sólo los que se pueden acoger a la moratoria son vistos con buenos ojos por la banca dado que no les recorta el montante de las deudas y tan sólo retrasa la adjudicación de unos inmuebles que tienen una difícil salida en el actual mercado inmobiliario».
La organización asegura que el Fondo Social de Viviendas ha sido un «rotundo fracaso». «Se empezó la casa por el tejado. No se tenían que haber buscado viviendas, éstas sobran; se tendría que haber buscado a las familias que son susceptibles de obtener un hogar a través de una iniciativa como ésta», añade.
