No se ha confirmado la recuperación del sector inmobiliario español y ya se anuncia una nueva guerra de hipotecas entre los bancos. Lo cierto es que la firma de nuevas hipotecas para la compra de una vivienda creció en octubre por quinto mes consecutivo en comparación interanual, el 18%. Con el euríbor en mínimos, las entidades compiten reduciendo los productos vinculados y sobre todo bajando el diferencial. Ya estamos en el 1%.
Kutxabank ha dado el último paso y ha lanzado una hipoteca con un diferencial del 1% (más euríbor). Se trata de uno de los diferenciales más bajos el mercado. La oferta es para una hipoteca que financia un máximo del 75% del valor de la vivienda, aunque lo habitual en este tipo de préstamos suele ser el 80%.
Según explica la entidad vasca, para beneficiarse de este producto los clientes deberán domiciliar la nómina y contratar tarjetas, seguros y planes de pensiones. Kutxabank también ha rebajado algunos requisitos para que los menores de 35 años puedan acceder a este diferencial. Además, la nómina domiciliada tiene que ser de un mínimo de 3.000 euros, cifra que se puede alcanzar con la domiciliación de dos nóminas si la compra de la vivienda va a ser por parte de una pareja.
Kutxabank baja el diferencial que se suma al euríbor, pero no los demás requisitos; o sea, que hay muchos productos vinculados. Los gastos con tarjeta deberán ser de un mínimo de 3.600 euros anuales, el cliente deberá contratar un seguro de hogar, un seguro de vida o de automóvil y hacer aportaciones a planes de pensiones por un mínimo de 2.000 euros anuales.
Efectivamente. Bankinter fue el primero de los grandes bancos en dar el primer paso, cuando puso su diferencial por debajo del 2% a finales de 2013. Ya en 2014, el Santander lanzó su Nueva Hipoteca con un diferencial del 1,99%; detrás le siguieron ING Direct, Deutsche Bank o EVO Banco. De nuevo el Santander, en el inicio de 2015, ha rebajado el diferencial de sus hipotecas hasta el 1,69%, lo que también ha hecho ING. Kutxabank ha dado el último paso que, seguramente, no será el último. Es la guerra.