Si esto sucede es importante contar con la ayuda de un Administrador de Fincas, pues se encarga de gestionar la situación y valorar el mejor modo para poder solucionarlo.
Algunas de las preguntas que el administrador de fincas ha de hacerse son:
- ¿Se produce la molestia dentro de la vivienda o fuera?
- ¿Hace que las relaciones vecinales sean malas y que la situación sea incómoda?
- ¿Es o no una actividad molesta?
A partir de estas preguntas, es ya cuestión del administrador de fincas valorar cuál es la mejor medida para mejorar la situación. En caso que la situación sea para ir a denunciar, el caso queda ya en manos de un juez y puede darse el caso de la existencia de la jurisprudencia con una posible indemnización al demandante y que no se use el inmueble pasados 3 años.