Aprovechar la luz natural
El invierno trae consigo días más cortos y menos horas de luz natural, pero estas pueden aprovecharse al máximo abriendo cortinas y visillos durante el día para dejar entrar la luz del sol. Renovar los textiles
Es el momento de renovar los textiles
Sustituir unas finas fundas de los cojines por otras más cálidas de lana o cambiar la colcha de algodón por un relleno nórdico pueden dar a cualquier hogar un aspecto más cálido en sólo unos minutos.
Alfombras para vestir el suelo
Las alfombras no sólo ayudan a proteger los pies del frío suelo cuando se anda descalzo en casa en invierno, sino que, además, ayudan a crear ambientes más cómodos y acogedores en cualquier lugar de la vivienda.
Preparar la cama para el frío
Es el momento de sacar el edredón o relleno nórdico y las sábanas de franela; de poner alfombras a ambos lados de la cama o de colocar una manta o plaid a los pies de la misma que ayuden a evitar el frío durante la noche.
Siempre una mantita
Al lado del sofá, sobre el sillón de lectura o a los pies de la cama, una manta de lana, de punto o de pelo será el mejor accesorio para dar calor al hogar.
Iluminar con velas
Un baño de aromaterapia, una película bajo la manta, una cena romántica a la luz de las velas… Las velas son un accesorio fundamental en casa para crear una sensación de calidez y recogimiento, o para lograr una atmósfera íntima y acogedora.
Decorar con frutas y plantas
Ya no quedan muchas más flores ahí fuera para hacer arreglos en casa, pero estas pueden reemplazarse por centros de frutas o frutos secos y plantas de interior hasta que la primavera vuelva a hacer acto de presencia.