Comprar piso es probablemente la decisión económica más importante que toma una familia. Hoy en día, adquirir casa nos suele llevar a internet. La oferta de pisos de los portales inmobiliarios nos da una enorme información de qué hay en el mercado y a qué precio.
Pero la compra de una vivienda es una decisión tan importante que el uso de la red no esta reñido con los procedimientos clásicos como consultar con una agencia inmobiliaria.
Los clientes han respondido por los servicios de una inmobiliaria por los que pagan gustosamente y por aquellos que desearían eliminar.
El resultado es que quienes acudieron a una agencia para comprar piso dieron una gran importancia al posicionamiento propio de la compañía en internet, al asesoramiento legal y fiscal desde el comienzo hasta el momento de la escritura ante notario. A ello sumaron otro aspecto: la ayuda del agente inmobiliario para identificar el precio justo de su vivienda.
En cambio, los clientes dieron poco valor a la ayuda que la agencia puede prestar a la hora de realizar los trámites necesarios ante las administraciones públicas y contratación de suministros. Tampoco a que el agente tenga o no oficina a pie de calle.
Respecto al propio agente, los consultados valoraron la presencia de éste en el momento de la escritura notarial y el asesoramiento legal y fiscal que le aporte durante todo el proceso. Mientras que era poco importante si los profesionales estaban formados y con sus conocimientos actualizados.