Gestionar una comunidad de vecinos suele ser un engorro. La presidencia rotatoria, la convocatoria de reuniones, los papeles, la cuenta bancaria, las negociaciones, los proveedores… demasiado trabajo. Y es así como muchas comunidades de vecinos terminan confiando en un administrador de fincas.
En principio los profesionales garantizan una buena gestión por un precio que puede ser razonable. Pero ¿cómo administran los administradores? No siempre bien. Según un estudio de la Asociación Profesional de Administradores de Fincas (Apaf), más de un 30% de los administradores de fincas utilizan los fondos de las comunidades que gestionan para fines propios, siendo las regiones de Andalucía, Cataluña, Madrid y Galicia donde más casos se dan.
La Apaf ha remitido sendas cartas al Consejo General de Administradores de Fincas y a la Agencia Tributaria denunciando la utilización de este sistema, que además favorece la evasión de impuestos y el flujo de ‘dinero negro’. Esta asociación solicita «que se prohíba por parte de los Colegios Profesionales la utilización del sistema de cuenta única y que se incluya esta prohibición en sus estatutos y códigos deontológicos».
A las acusaciones ha respondido el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España, que asegura que este colectivo «ejerce su actividad con total profesionalidad» y que «todas las encuestas e informes existentes avalan la confianza de los usuarios en el trabajo que ejercen los administradores de fincas colegiados».
Según este Consejo «no existe soporte documental ni denuncia que respalde estas acusaciones», con lo que «se reserva las actuaciones que, en defensa de los administradores de fincas colegiados, se crean pertinentes” contra Apaf. “Si conocen malas prácticas, tiene la obligación de denunciar ante los organismos competentes la supuesta mala praxis de aquellas personas que hayan detectado que las realizan”, afirman.