Como cuenta Anida, en general, los radiadores sólo disponen de una llave manual que abre y cierra la entrada de agua para que las placas calienten o no. Pero ahora existen las válvulas termostatizables. Son dispositivos automáticos con los que es posible regular el flujo de agua que entra y sale de los radiadores y, así, controlar con precisión la temperatura.
Hay dos tipos en el mercado:
- De cabezal termostático clásico: la llave de entrada se regula manualmente según una escala que suele ir del uno (calor mínimo) al cinco (máximo).
- De cabezal termostático digital: los más avanzados. Puedes determinar la temperatura exacta y programar diferentes intensidades de calor en el tiempo (día-noche).
Según las mediaciones de los expertos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), sólo con la instalación de estos radiadores inteligentes es posible reducir la factura hasta en 20 euros mensuales. Su coste es de entre 15 y 40 euros, dependiendo del tipo de radiador y de la mano de obra, por lo que en un par de meses, es posible amortizar la inversión. El ahorro es mayor si añadimos un temporizador adaptado al termostato de la caldera con el que programar el encendido y el apagado del sistema. Su precio es de unos 50 euros y el coste en calefacción se reducirá unos 25 euros.
Según la OCU, la solución es aún mejor si instalamos sistemas inteligentes controlados desde dispositivos móviles, de tal manera que la calefacción se ajuste automáticamente a la actividad diaria y a distancia. Este sistema detecta cuando no estamos en casa y baja la temperatura; registra la hora de nuestra llegada poniendo en marcha la caldera; o si nos vamos a la cama, reduce el calor para un mejor descanso.
Un sistema inteligente e integral, con cuatro válvulas termostatizables, termostato con temporizador y una aplicación para dispositivos móviles supone una inversión de unos 400 euros. Se compensaría pronto ya que el ahorro ascendería hasta los 40 euros mensuales.