8,5 millones de casas, más del 30% del parque de viviendas de España, no tiene un seguro de hogar. Según un informe de Kelisto, entre 2007 y 2013 las viviendas que no tienen seguro se han incrementado un 13,3%, desde los 7,5 millones de hogares de hace seis años hasta los 8,5 del año pasado. Habría que sumar aproximadamente otros 10 millones de viviendas «infraaseguradas» (hogares que, a pesar de contar con una póliza, no tienen su vivienda y sus bienes correctamente asegurados).
- Evitar duplicidades: hay que comprobar que las coberturas de la póliza no estén cubiertas por otra de la comunidad de vecinos. Si alguna ya está cubierta, se debe eliminar y no pagar de más.
- Pagar lo justo: no deben contratarse coberturas innecesarias que nunca se utilizarán.
- Aprovechar ofertas y promociones: si es la primera vez que se contrata un seguro de estas características, se pueden aprovechar las muchas y variadas ofertas de las aseguradoras para comercializar estos productos. En los formatos más agresivos, llegan a descuentos de hasta el 50% en las nuevas contrataciones.
- Buscar modelos flexibles: hay que analizar con todo detalle cuál es el riesgo del hogar y escoger las propuestas aseguradoras más flexibles para conseguir rebajas duraderas en el pago anual del seguro.
- Aprovecharse de las infraestructuras: si la vivienda dispone de suficientes medidas de seguridad (puerta blindada, sistemas de alarma, cámaras de seguridad o una caja fuerte), se podrá abaratar el precio del seguro. El motivo es que al haber menor riesgo las aseguradoras ofrecen un precio más bajo. Unificarla junto con otras pólizas: las compañías generan descuentos a los clientes que unifican su seguro del hogar con otras pólizas, con descuentos especiales en el conjunto.