Emprender por cuenta propia genera muchas dudas, y una de las más frecuentes es: ¿se puede tener un negocio sin ser autónomo? La respuesta depende del tipo de actividad que quieras desarrollar y de la estructura legal que elijas para tu empresa. En Grupo EM Gestión orientamos a emprendedores para que inicien su proyecto de manera segura y cumpliendo con todas las obligaciones legales.
Sociedad Limitada: socio capitalista vs. administrador
Si decides crear una Sociedad Limitada (SL), es importante distinguir entre socio capitalista y administrador:
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Socio capitalista: aporta únicamente capital, sin participar en la gestión. En este caso, no es obligatorio darse de alta como autónomo.
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Administrador o socio trabajador: si ejerces control efectivo sobre la sociedad (al menos 25 % del capital con funciones de dirección o 33 % sin sueldo), la ley exige registrarse en el RETA como autónomo.
Esta diferencia es clave para planificar tus obligaciones fiscales y de Seguridad Social antes de constituir la empresa.
Alternativas a ser autónomo
Existen otras formas de generar ingresos sin darse de alta inmediatamente en el RETA:
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Actividades esporádicas: trabajos puntuales con facturación ocasional pueden realizarse sin ser autónomo, siempre declarando ingresos mediante modelos 036 o 037 en Hacienda.
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Cooperativas de trabajo asociado: los socios cotizan en el Régimen General, evitando el alta en RETA.
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Sociedades civiles o pluriactividad: permiten compatibilizar actividades, aunque algunas figuras pueden requerir el alta según funciones y capital.
Límites legales
Si la actividad es habitual, personal y con fines económicos, la Seguridad Social obliga al alta como autónomo. El criterio principal no es la cuantía de ingresos, sino la regularidad de la actividad.
En resumen, sí es posible tener un negocio sin ser autónomo, pero las opciones son limitadas: socio capitalista en una SL, actividades esporádicas o estructuras cooperativas. Elegir correctamente evita sanciones y garantiza un inicio seguro. En Grupo EM Gestión, te acompañamos en todo el proceso, desde la constitución de la empresa hasta la gestión de tus obligaciones legales.