¿Interesa suscribir un seguro de hogar? Si pensamos que el seguro no es un gasto sino una inversión estaremos entendiendo su utilidad. Un seguro nunca es un lujo si responde a nuestras necesidades reales. Pero, ¿se asegura igual un piso de nueva construcción que una casa centenaria de segunda mano? No. Cada casa, cada circunstancia requiere un tipo de seguro de hogar. Para acertar con la elección es necesario saber exactamente qué cobertura estamos contratando.
En el seguro de la vivienda, la mejor fórmula de ahorro es convertir la póliza en un multi-riesgo hogar, con muchas coberturas a un coste razonable. No obstante, antes debemos ver el seguro de la comunidad de vecinos –que es obligatorio– para evitar duplicidad de coberturas. Si ya tenemos suscrito un multi-riesgo, habrá que revisar las coberturas para comprobar que se ajustan a nuestras necesidades reales. Hay que lograr el equilibrio: ni un infraseguro ni un sobreaseguramiento. Un infraseguro nos dejará prácticamente desprotegidos ante un problema y un excesivo aseguramiento es inútil y caro –la aseguradora no va a pagarnos más en caso de siniestro–. Muchas veces estamos sobreasegurados sin saberlo. Eso ocurre con los extras que hinchan el valor del contenido de la vivienda y, por tanto, el coste real del seguro. Debemos tener muy claro qué nos interesa asegurar porque es absurdo pagar por algo que nunca vamos a necesitar. Por ejemplo, no tiene sentido pagar un multi-riesgo hogar con una cobertura de Responsabilidad Civil por daños producidos por mascotas, si en casa no hay animales. O una cobertura de ordenadores portátiles si sólo tenemos uno de sobremesa, o una del equipo de música si éste ya tiene sus años y no resulta tentador para los cacos. Una opción es elegir un seguro multi-riesgo hogar modular o que tenga fórmulas flexibles. Así sólo pagaremos por las coberturas que necesitamos. Una forma de ahorro adicional es aplicar medidas de seguridad a la vivienda para reducir el riesgo de robo y, por tanto, rebajar el coste de la póliza.