La normativa que regula el despido de trabajadores en España es el Estatuto de los Trabajadores. Este documento establece las condiciones y procedimientos que se deben seguir para finalizar la relación laboral entre una empresa y sus empleados. A continuación, se describen las distintas modalidades, sus características y las implicaciones para ambas partes.
Despido Improcedente
Ocurre cuando la empresa no puede justificar adecuadamente las razones para despedir a un trabajador. Se considera improcedente si:
- La empresa no puede probar los hechos que motivaron el despido.
- Los motivos alegados no son suficientemente graves.
- No se cumplen las formalidades legales, como la comunicación escrita del por qué o la descripción insuficiente de los motivos.
La indemnización por improcedente es de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Antes de la reforma laboral de 2012, esta indemnización era de 45 días por año trabajado.
Despido Nulo
Se considera nulo si se produce por motivos discriminatorios o durante períodos protegidos, como el embarazo o la baja por maternidad. Las consecuencias del nulo incluyen la readmisión obligatoria del trabajador y el pago de los salarios dejados de percibir durante el periodo de desempleo.
Despido Objetivo
El despido objetivo se fundamenta en causas económicas, técnicas, organizativas o productivas. Ejemplos de estas causas incluyen:
- Pérdidas económicas actuales o previstas.
- Caída en los ingresos o ventas de la empresa.
Cuando el despido objetivo afecta a un número significativo de empleados, se convierte en colectivo. La indemnización por despido objetivo es de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
Despido Disciplinario
Se aplica por faltas graves del trabajador, como:
- Faltas de asistencia o puntualidad.
- Indisciplina o desobediencia.
- Ofensas verbales o físicas.
- Transgresión de la buena fe contractual.
- Disminución continuada y voluntaria en el rendimiento.
- Embriaguez o toxicomanía.
- Acoso discriminatorio.
Esta modalidad no incluye indemnización, aunque el trabajador tiene derecho a recibir el finiquito correspondiente a su retribución mensual.
Conclusión
Comprender las diferentes modalidades de despido y sus consecuencias es crucial para la correcta gestión de los recursos humanos en cualquier empresa. La normativa establece claramente los procedimientos y derechos tanto de los empleadores como de los empleados, asegurando un equilibrio justo en la terminación de las relaciones laborales.
