El dormitorio es una de las estancias más importantes de la casa; después de todo nos ayuda a realizar una de las actividades fundamentales para nuestra salud, dormir. Nuestras horas de sueño son básicas, del mismo modo que los son la dieta que seguimos, el agua que bebemos o el ejercicio que hacemos.
De manera que, el estado y la decoración del dormitorio nos debe importar y no sólo cómo mera cuestión de decoración. Un sueño reparador es la mejor inversión en salud. Pensando en ello el blog se hace eco de los consejos de Rosa Ronco, apasionada del diseño y el interiorismo.
Colores relajantes
Suaves tonalidades de verde, azul, blanco o colores neutros pueden ayudar a crear una sensación de calma y sosiego. Papeles pintados de colores suaves o sutiles estampados también pueden ayudar.
Textiles suaves y de calidad
Hay que usar una buena almohada para evitar despertar con dolores de cuello, almohada que conviene renovar una vez al año. Además, es recomendable tener al menos dos edredones diferentes, uno para invierno y otro para primavera y otoño. Se trata de conseguir una temperatura adecuada en la cama.
Un buen colchón
Es básico. Un buen colchón evitará problemas de espalda y los dolores de cabezas producidos por problemas vertebrales. Como ayuda a descansar mejor, reduce los problemas de ansiedad y estrés.
Atenuar la luz
Aunque la habitación necesita estar llena de luz natural por la mañana, ya de noche se debe disponer de una iluminación más íntima. Para atenuar, lo mejor es utilizar bombillas de pocos vatios que den luz tenue en las lamparas de la mesita de noche.
Un entorno agradable
Mejor dejar la tecnología fuera de la habitación. En su lugar podemos rodear la cama de todo aquello que genere buenos sentimientos, elementos personales, y de velas y flores.
Ventilar a menudo
El dormitorio hay que ventilarlo regularmente. Si es invierno y hace demasiado frío para abrir la ventana, podemos usar un purificador de aire que renueve el oxígeno de la habitación.