En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 94% de las hipotecas utiliza un tipo de interés variable, frente al 6,1% de tipo fijo. El euríbor es el tipo de referencia más utilizado en la constitución de hipotecas a interés variable. Y cuando el euríbor contenta a casi todos porque está en mínimos históricos, se anuncia que le quedan pocos meses de vida. Su sustituto se llama euríbor plus y se espera para 2015.
Claro que no es la primera vez que intentan enterrar al euríbor. Ya se intentó con el IRS (Interest Rate Swap), pero no fructificó, entre otras razones, por ser más caro que el euríbor. La previsible llegada del euríbor plus en 2015 busca dotar de una mayor transparencia a las operaciones de compra de una vivienda ante las reiteradas manipulaciones del euríbor por parte de algunos bancos internacionales.
Mientras el euríbor actual puede calcularse a 6 ó 12 meses, las operaciones en el mercado interbancario en el que se basa el nuevo índice apenas superan el plazo de unos pocos meses. Al calcularse a precios reales, se conseguirá un comercio más ajustado a las demandas del sector.
Pero la principal diferencia del euríbor plus es que se calculará sobre operaciones ya realizadas en el mercado interbancario, de acuerdo a los tipos de interés que se prestan los bancos y no a los tipos estimados por éstos –como hace ya el índice eonia, cuya aceptación ha sido mínima–. Así se espera poder eliminar posibles manipulaciones.
No hay fecha definitiva sobre su introducción, pero todo hace pensar que el euríbor plus se implantará durante 2015. Pero de momento quien suscriba una de esas nuevas hipotecas a interés variable, con los diferenciales que ponen los bancos también cayendo, tendrá que hacerlo con el euríbor.