Paredes de colores oscuros
Las paredes de dormitorios o zonas de descanso comienzan a pintarse en colores verde, azul o marengo oscuros para reducir la intensidad lumínica y conseguir ambientes íntimos y acogedores que inviten al descanso.
Cálidos metales
Los metales dorados y cobrizos ya venían pegando con fuerza en años anteriores y este año serán, sin duda, una de las tendencias más marcadas en decoración.
Geometría hexagonal
Los diseños geométricos en general, y hexagonales en particular, se repiten en alfombras, textiles, estanterías apilables, elementos decorativos y hasta en las baldosas de los baños.
Elementos suspendidos
Mesitas de noche y escritorios quedan despejados gracias a la incorporación de lámparas suspendidas. Los focos de cocina se reemplazan por filas de pequeñas lámparas colgantes que acercan la luz a la encimera o cuelgan sobre mesas de comedor. Hasta las plantas se elevan en jardines verticales y maceteros de macramé.
Objetos decorativos de cemento
El cemento pulido comenzó a ser una popular opción para suelos, luego pasó a incorporarse también en paredes y encimeras de baños y cocinas. Ahora llega también a los objetos decorativos combinado con materiales naturales como la madera, el mármol o metales dorados o cobrizos.
Variedad de acabados para grifería
Los grifos de cocinas y baños ya no se limitan al clásico acabado cromado de siempre. Los dorados y cobrizos, y hasta de metal negro mate, son lo último en grifería.
Tiradores de piel
La piel, tradicionalmente utilizada como tapicería, tiene ahora un nuevo uso en tiradores de puertas de armario y cajones, reemplazando los tradicionales agarradores metálicos.
Textiles hechos a mano
Las técnicas de tejer tradicionales vuelven a ponerse de moda; el punto, ganchillo e incluso el macramé aportan una nota nostálgica a hogares con toques vintage o de estilo ecléctico.