El precio de la vivienda terminada (nueva y usada) acumuló un descenso medio del 3 % en 2014, un ajuste que fue más moderado que el 9,2 % que experimentó en 2013, según el Índice General y de Grandes Mercados (IMIE) publicado hoy por Tinsa. Con ello, el precio de la vivienda se situó en diciembre de 2014 en niveles de julio de 2003, acumulando un ajuste del 41,2 % desde los máximos que se registraron en 2007, en pleno auge del sector inmobiliario. Tras siete años de crisis, Tinsa cree que el precio medio de la vivienda tiende a estabilizarse en torno a los valores de verano de 2003 y considera que en 2015 dependerá de cómo evolucione tanto la economía y el empleo, las dos palancas que determinan la demanda.
De hecho, si se cumplen las previsiones de crecimiento, se estabiliza el mercado de trabajo y se mejora la concesión de créditos hipotecarios, el precio medio de la vivienda en España podría alcanzar en los primeros meses de este año una variación interanual del entorno del 0 %. No obstante, debido a la heterogeneidad del mercado los indicios de la recuperación en zonas consolidadas de las grandes ciudades y en los enclaves costeros contrastarán con los ajustes que se seguirán registrando en aquellas zonas en las que aún persista un importante stock inmobiliario. A lo largo de 2014, el precio de la vivienda en las áreas metropolitanas cayó un 0,2 % en diciembre, frente al 11,5 % registrado en 2013. Tanto Baleares como Canarias abarataron sus precios por debajo de la media nacional con un ajuste del 2 %, inferior al 3,2 % registrado en el conjunto de 2013. En el caso de las capitales y ciudades de mayor tamaño el descenso se situó en el 2,8 %, lo que arroja una significativa mejora con respecto a la caída del 11 % registrada en 2013. Los mayores ajustes del precio de la vivienda se registraron en el resto de municipios (4,7 % interanual) y en la Costa Mediterránea (4,5 %).