El sector inmobiliario recupera el optimismo para 2015, un año que estará protagonizado por los fondos core, que son los que invierten a largo plazo y buscan una mayor seguridad, según el informe Tendencias, elaborado anualmente por la consultora inmobiliaria CBRE. Sin embargo, más de la mitad de los directivos del inmobiliario creen que el precio de la vivienda seguirá bajando.
De los 174 directivos inmobiliarios encuestados, el 22% opina que los inversores más activos en 2015 serán los inmobiliarios; otro 22%, los inversores institucionales; un 20%, los vehículos colectivos y un 18%, las plataformas de inversión ‘family office’. Solamente el 16% de los encuestados piensa que los inversores más activos serán los fondos oportunistas. «Existe un clima de recuperación de la confianza», señala Adolfo Ramírez-Escudero, presidente de CBRE España.
El residencial será el sector preferido por el 19% de los encuestados, un sector que todavía no ha tocado fondo para el 54% de los inversores preguntados, frente al 46% que opina que sí. Entre los que piensan que aún hay margen para el ajuste de los precios residenciales, la mayoría (43%) considera que este será menor al 5%.
La mayor parte de los inversores encuestados opina que en Madrid y Barcelona se ha completado ya el ajuste de precios de la vivienda. Según Ramírez-Escudero, la tendencia es la expectativa de que «estamos llegando al final del ajuste del sector residencial». «La recuperación económica es una realidad, y la recuperación de la confianza, también», ha añadido.
En el sector residencial, la rehabilitación es la estrategia preferida por la mayoría de los inversores encuestados (el 51%), mientras que el 21% se inclina por la vivienda nueva. Pero las oficinas serán el principal destino de las inversiones inmobiliarias, según el 46% de los encuestados, mientras que el 25% tiene previsto invertir en Retail. Es en estos dos segmentos donde los encuestados esperan un aumento de las rentas en 2015, en concreto en oficinas céntricas y locales comerciales.
En cuanto a la rentabilidad esperada por los inversores, según las respuestas del barómetro existe una incertidubre: disminuyen respecto al año pasado los que opinan que habrá estabilidad, pero aumentan los que piensan que se producirá o bien un crecimiento suave o bien una caída suave.